
Por Anna Staniorowska
Principio
En Breslavia (Wrocław), una ciudad bastante grande en el suroeste de Polonia, hay un lugar excepcional. Lo que le da su singularidad es el hecho de que es poco conocido y está localizado en un entorno humilde. La gente se entera de su existencia a través otras personas, la noticia se difunde principalmente de boca en boca. ¿Qué es este lugar? Es el estudio de arte «Reja 17». Su nombre proviene del nombre de la calle (Mikołaja Reja) y el numero del edificio donde el estudio se encuentra. Antes de entrar en el estudio, pasamos por un largo pasillo que conduce a la escalera de la planta baja. Aquí hubo una remodelación recientemente, la primera desde el final de la segunda guerra mundial, es decir, desde 1945. Ahora el pasillo y la caja de escalera brillan con pintura fresca y un plafón renovado con figuras etéreas. Al final del pasillo hay una puerta, en la que alguien pintó hojas otoñales, coloridas. Y a través de la puerta… entras a un mundo diferente, de verdad.
El estudio se encuentra en uno de los antiguos apartamentos alemanes de la casa de vecinos de finales del siglo XIX. Breslavia tiene una historia compleja, al igual que muchas ciudades de Europa Central. En 1945 – al final de la Segunda Guerra Mundial – después de la capitulación de Alemania, la ciudad se incorporó a Polonia. Después de la guerra Breslavia se encontró totalmente destruida. Las siguientes generaciones de Polacos hicieron un esfuerzo por devolver la vida a la ciudad. Hoy en día Breslavia es, entre otras cosas, un centro académico muy animado.
Todo comenzó por casualidad cuando Grzegorz Bednarz, un graduado de la Academia del Arte que acababa de finalizar los estudios, fue contratado en la Casa de Cultura Juvenil ,»Śródmieście» (en polaco ,»Młodzieżowy Dom Kultury» – MDK). En ese momento, en el principal domicilio de MDK se efectuaba una remodelación y por lo tanto, había que hacer clases en otro lugar, solo por «momentaneamente». Él y el director de entonces de MDK encontraron una vivienda vacía entre las casas de vecinos de Breslavia. Las habitaciones antiguas hubo que adaptarlas a la nueva función. Grzegorz quitó las alfombras verdes artificiales del hermoso suelo de madera. Cubrió las ventanas del lado de la calle con naturaleza muerta. De esta manera se separó para siempre, con un nuevo principio, de todo lo que sucedía en la prosa de los días y las noches en la ciudad Breslavia.
Fantasmas del pasado
En el interior del estudio se ha conservado el mismo diseño de los cuartos y parte del equipo: una cocina, un cuarto de baño con un lavabo antiguo, un suelo de madera, unas puertas antiguas. Son testigos omniscientes de las historias humanas. Entrando en el estudio, subimos al mismo tiempo a un vehículo del tiempo que nos traslada a Breslavia de la primera mitad del siglo pasado. El estudio se formó en el contorno de la vivienda y ya por esa razón es diferente de los típicos estudios de arte en la forma de rectángulo.
Las habitaciones tienen otro papel, los participantes de las clases se paran al lado de caballetes, a menudo con delantales manchados con pintura. Jóvenes artistas dan vueltas por el estudio, pasando del pasillo llamado ,»Kamchatka», al lado del cuarto de baño, a la habitación principal donde está colocada la panorámica con naturaleza muerta. Y más adelante, en la forma de enfilado (alrededor), a los siguientes cuartos. En las composiciones dispuestas se pueden encontrar muchos objetos de «Breslau», ya que así se llamaba antes Breslavia (Wrocław). Son objetos donados por amigos, vecinos o simplemente encontrados en los basureros. Aquí hay un montón de telas coloridas, platos para diferentes usos, relojes de pared y aún estucos que hace mucho tiempo se desprendieron de la fachada del edificio. Grzegorz recolectó escrupulosamente trozos de yeso de la acera. Cada objeto ha estado o estará en alguna de las naturalezas muertas, que cambian cada seis meses. Desde muchos años, el cambio de estas composiciones es un gran evento artístico. En el sitio de las anteriores, se crean nuevas con distintos campos temáticos. Colocar composiciones a partir de objetos es la habilidad peculiar del ,»Maestro» Grzegorz gracias a la cual todos los participantes profundizan en los secretos del taller de dibujo y de pintura.
Ritmo de la vida
Todos trabajan a su propio ritmo. Cada semana cada uno hace «lo que le de la gana». La gente pinta y dibuja naturalezas muertas o terminan las obras que han sido iniciadas. Todos los sábados, los artistas jóvenes perfeccionan el dibujo de estudio de la figura humana. Pueden presentarse voluntariamente para posar. Yo misma posé un par de veces. Cuando falta el modelo, hacemos docenas de bocetos rápidos de personajes en movimiento, llamados PASOS (en polaco KROKI). La idea es capturar un personaje en un gesto de manera intuitiva. Esta tarea ejercita la destreza de la mano. Una vez al año, en Navidad, se celebra la Nochebuena del estudio a la que se invita a estudiantes de años pasados. De paso, recordamos a los que ya no están entre nosotros. Los años pasan y nuestra Isla R17 ya existe desde hace casi medio siglo. Cada año, de vacaciones, cuando el estudio está cerrado, hay una costumbre de enviar dibujos y pinturas de viajes a su dirección. La correspondencia ,»Mail-Art-Schol» pertenece al proyecto de autoría de Grzegorz Bednarz. Las colecciones de vacaciones fructifican con las inauguraciones y la presentación en una galería de todas las obras recibidas por correo.
Documentación
El señor Bednarz, ya después de años de funcionamiento del estudio, empezó a recolectar documentación. Ha estado filmando in situ la vida del estudio y sus protagonistas durante muchos años. Sólo puedo imaginar lo genial que será el material. En el estudio hay pequeños monitores en los que se puede echar un vistazo al material de video de los últimos años. A veces me veo a mí misma pintando aquella naturaleza muerta con servilletas. ¡Eso fue en el 2014!.
Faro marítimo
En el 2013 fue la primera vez que visité el estudio junto a mi hermana gemela. Este lugar me lo recomendó una amiga de mi madre que había ido por allí en los años ochenta. Recuerdo que mi primer dibujo, y que dio cuenta de mis habilidades, fue un jarrón con flores. Paso a paso iba acostumbrándome al estudio y a su excéntrico dueño. Conocí a muchas personas espléndidas que acudían allí en ese momento. Hice muchos amigos. Tuve la oportunidad de conocer mejor la discografía de ,»Pink Floyd”, la banda favorita del señor Bednarz. La música siempre ha llenado el interior del estudio, acompañándonos en el trabajo.
Me he desarrollado mucho artísticamente durante estos años. Comencé a trabajar más rápido y con mayor fuerza. He elaborado mi propia paleta colorida, sin negro puro. Aquí es donde he creado los fundamentos de mi estilo, que se encuentran entre del impresionismo y el divisionismo. Traté de ingresar a la Academia del Arte en Breslavia dos veces. Asistiendo al estudio me preparaba para los exámenes de forma larga y ambiciosa. El hecho de que no aprobara, paradójicamente, marcó el camino de mi desarrollo artístico hasta ahora. Este lugar es para mí como un faro marítimo – indica la dirección en los momentos de transición e incertidumbre-. El señor Bednarz siempre me ha dado mucha libertad en mi creación, ha animado con cuidado mi propio estilo excepcional. También gracias a él nunca he perdido la fe a en mi misma.
El ,»Maestro” tiene un gran sentido de la comprensión de cada estudiante lo que hace que los alumnos, después de años, sigan regresando aquí. Buscan lo que es real en ellos. Tratan de descubrir quiénes eran cuando, como personas jóvenes, acababan de entrar al difícil – pero también emocionante – camino artístico.
Cada uno tiene una senda diferente por transitar, pero lo que nos conecta, es un encuentro en el mismo espacio-tiempo: Fine Arts Atelier «Reja 17”.




